Director y Representante Legal dell’Associazione Chantiik Taj Tajinkutik AC
Háblenos de ti
Soy un hombre afortunado.
Tomé conciencia de ello cuando me senté a reflexionar para contestar estas preguntas. Soy padre soltero tengo un hijo de 9 años que se llama Itzael que en maya significa Regalo del cielo; comparto la custodia y los desafíos de la crianza en estos tiempos con su madre. Soy músico autodidacta, actualmente doy talleres de artes con enfoque de Derechos en el centro cultural Rosario Castellanos de Comitán de Domínguez, ciudad de la que soy originario. Soy el mayor de 3 hermanos. Mi madre sólo tenía 16 años cuando me tuvo.
Mi familia era, como la de todos mis amigos, mamá en casa, papá trabajando, pleitos por el dinero, que no alcanzaba, y el alcoholismo de mi padre, normalizado en la familia, y en todo el barrio. Uno de los mejores recuerdos de mi infancia era asistir con mis amigos a la “casa de los maristas” en donde había una cancha a jugar básquetbol y donde nos daba una merienda, bajo la vigilancia del hermano Mauricio, ahí me sentía en la libertad de ir por qué mis padres lo consideraban un espacio seguro.
El sueño de ser músico fue el que, con la inexperiencia e irresponsabilidad de los 14 años, me llevó a huir de mi hogar, ya que mis padres no podían pagar mis clases de música y la situación de maltrato, por omisión, era insostenible.
Después de varios días de caminar por la carretera y subirme a vehículos que me levantaban, sin conciencia del riesgo al que me exponía, llegué a la ciudad de Mérida, en el estado de Yucatán. Aquí comencé a trabajar en las calles de manera informal, buscando el sustento a través de la música, tocando en mercados y calles, limpiando parabrisas y/o ayudando a los compañeros que hacían malabares en los semáforos de las calles principales. La angustiosa búsqueda de mi familia dio sus frutos 14 meses después. En ese tiempo perdí todos los valores y buenos hábitos, y además probé de todo (drogas, alcohol, pequeños hurtos) El retorno a casa me hizo dimensionar, por fin, el riesgo al que me expuse. Durante esta etapa sufrí, la discriminación, el rechazo, las enormes brechas de desigualdad que existen en nuestra sociedad y que se han normalizado. La vulnerabilidad a la que estaba expuesto: sufrir la discriminación, el hambre, los insultos, el miedo, la omisión y el desinterés de las autoridades, me llevo a comprender y comprobar la violación constante a los derechos de la infancia y la adolescencia.
Me siento afortunado, porque hoy estoy en una Asociación Civil que, a pesar del entorno y el contexto de violencia generalizada que vive todo el país, no solamente brinda desde hace 15 años un espacio seguro, apoyar a la inserción y reinserción escolar, educar en valores, aprender un oficio, conocer y defender por los derechos de la niñez y la adolescencia; sino que también atiende y apoya las problemáticas familiares y brega para que se establezcan relaciones intra e intergeneracionales sanas y que se repliquen en la sociedad. Sí, soy un hombre afortunado, porque acompaño a mi hijo, soy músico y trabajo en pro de la niñez y sus derechos.
¿Dónde naciste?
Mi nombre es Pascual Emilio Ramos Gordillo, nací en Comitán de Domínguez, Chiapas, provengo de familia campesina y comerciante, actualmente tengo 36 años y vivo en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
¿Cuál es tu trabajo?
Llevo 6 años colaborando con Chantiik Taj Tajinkutik AC. Actualmente soy el director y representante legal.
¿Qué hace en tu tiempo libre?
Decidí dedicar mi tiempo libre en acompañar a mi hijo, hacer música y brindar talleres de Artes con enfoque de Derechos a niños y adolescentes de mi localidad.
¿Qué experiencia te une a FMSI?
A nivel personal, la casa de mis padres se ubica a 5 cuadras de la misión de Guadalupe de Comitán de Domínguez. En esa casa Marista había una cancha de básquetbol, donde nos daban a los pequeños un momento para poder estar por las tardes, ejerciendo nuestro derecho a la diversión en un espacio seguro.
A nivel laboral, los derechos y los valores, el trabajo con la niñez y la juventud, hizo que conociéramos esta fundación de la cual puedo decir: son una de las mejores fundaciones que contribuyen al desarrollo sano de la infancia, la cual nos ha permitido crecer con su profesionalidad y ayudando con amor y valor al prójimo. Mi experiencia es positiva.
¿Cuál es su relación con FMSI?
Por una relación cercana con el Hermano Mauricio Guerrero Lara, director de la Misión de Guadalupe, que se ubica en Comitán de Domínguez, Chiapas.
¿Cuáles son para ti los principios de equidad, no discriminación, solidaridad y justicia?
- Equidad: Todo ser humano tiene el mismo valor intrínseco de cada humano “todos somos igual de valiosos”.
- Justicia: Todas y todos tenemos Derechos Humanos y tenemos la responsabilidad de conocerlos, difundirlos, defenderlos y exigirlos cuando estos son violentados, estos son para nosotros la justicia.
- Solidaridad: asumimos que cada persona es nuestro prójimo humano y desde la empatía debemos de colaborar mutuamente en pro del desarrollo personal, familiar y comunitario, que ayude a urdir un tejido social sano.
- No discriminación: aceptamos, respetamos y promovemos la aceptación y el respeto a la diversidad en todos los ámbitos del desarrollo humano: sexual, religioso, funcional, etc. el buen trato con el prójimo, somos iguales en dignidad.
¿Por qué son importantes para ti?
Porque todos estos valores y principios son los que sustentan la dignidad humana, y ellos, tanto a nivel personal como comunitario, son la base donde se asienta la dignidad de cada ser humano
¿Te sientes cerca de los valores y la misión de FMSI? Por favor, coméntalo.
Sí, a raíz de mi desarrollo personal y de vida, he desarrollado valores en mi vida que me han llevado a ser el ser humano que soy y sobre todo tener una misión en mi vida, la cual consiste en querer lo mejor, que niños y adolescentes de mi estado tengan un mundo mejor, más incluyente, donde se reconozcan sus derechos para una convivencia sana y una vida digna.
¿Qué importancia tienen estos valores en la educación del niño?
Entendemos que son fundamentales y fundantes, en el desarrollo de la conciencia crítica, responsabilidad de asumirse como sujeto de derechos, en el fomento de la conciencia creativa, para afrontar los retos y las dificultades y desde ahí, promover el “lekil kuxlejal” que en tzeltal significa la “Vida Digna” para todos, respetando las particularidades de cada uno. Además, co-construye sociedades sanas, incluyentes y empáticas. Esto contribuye a su buen vivir, a la convivencia sana. Los valores y la personalidad de los individuos son la expresión del tono moral, cultural, afectivo y social marcado por la familia, la escuela, las instituciones y la sociedad en que nos ha tocado vivir
¿Cómo describirías FMSI?
Fundación humanitaria y solidaria con la niñez