La situación actual de la migración venezolana no tiene precedentes. La gente se ve obligada a dejar todo lo que tiene debido a la actual crisis política y económica en el país. Actualmente hay más de 6 millones de venezolanos viviendo fuera de su país. Migración  Colombia (agosto de 2021) estimó que alrededor de 1.842.390 venezolanos viven en Colombia, con un flujo migratorio continuo: entre 300 y 500 migrantes ingresan al país todos los días. Este es el contexto en el que opera el proyecto Corazón Sin Fronteras. Maicao se encuentra en la frontera entre Colombia y Venezuela, con una población estimada de 55.881 migrantes y retornados venezolanos que viven en 50 asentamientos, 7.172 de los cuales son niños, niñas y adolescentes, casi la mitad de ellos indocumentados. El proyecto está ubicado en el asentamiento informal más grande de América Latina, La Pista, que representa el “hogar” de más de 14.000 personas con gravísimas suspensiones de derechos humanos: falta de acceso al agua potable, a la educación y, en general, a todos los derechos básicos. El creciente número de niños que viven en La Pista es ahora el foco de atención internacional para abordar las prioridades, ya que estos niños viven en condiciones de extrema vulnerabilidad. Más de 2.800 familias viven en La Pista, que está dividida territorialmente en 12 manzanas, según datos censales realizados por líderes comunitarios. La gran cantidad de migrantes venezolanos, retornados colombianos y wayuu (grupo étnico de Colombia y Venezuela) que viven en el municipio de Maicao viven en condiciones de extrema vulnerabilidad. El proyecto está dirigido a 600 niños, niñas y adolescentes migrantes venezolanos, retornados colombianos y miembros de la etnia wayuu entre 5 y 14 años de edad. Según el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), el 62.28% de la población de Maicao vive con necesidades básicas insatisfechas y una alta tasa de desempleo en el municipio. Del mismo modo, existe una grave escasez en la cobertura de salud, educación, nutrición y servicios públicos. Pocas zonas están equipadas con agua potable entubada, por lo que los residentes tienen que comprar agua a particulares en camiones cisterna para la preparación de alimentos y el consumo diario, situación que hace que sea más costoso para los hogares ser sostenible, además de que esta actividad comercial se realiza sin control por parte de las autoridades sanitarias. Las consecuencias directas son el hambre, la desnutrición infantil, la explotación infantil y juvenil, y el trabajo sin seguridad social (comercio informal o falta de documentación), situaciones que hacen posible la consolidación de bandas criminales de sicarios, narcotráfico, entre otros problemas, y que se han visto exacerbadas por la cantidad de personas que cruzan la frontera de Venezuela a Colombia en busca de un futuro mejor. Los datos de entrevistas y encuestas realizadas por un profesional del proyecto con la comunidad de seguimiento muestran que los migrantes entrevistados tienen niveles más bajos de educación, en promedio. El treinta por ciento de las personas encuestadas informaron tener niños o adolescentes entre 5 y 17 años de edad, la mayoría de los cuales abandonan la escuela y no asisten a la escuela. La situación irregular (sin documentos) de las familias es una de las dificultades para que los niños ingresen a la escuela. El acceso a la educación se complica aún más por la falta de acceso a la tecnología, Internet y los materiales educativos, así como por las condiciones de vida de las poblaciones migrantes. Los impactos también se sienten entre la población joven. La proporción de jóvenes migrantes de 15 a 24 años que no estudian ni trabajan es del 42% en el municipio. 

Objetivo del proyecto:

Para hacer frente a estos problemas, el proyecto busca responder a las necesidades básicas de aprendizaje, así como a la adquisición de competencias para el manejo de la tecnología de la información. Estas competencias son requeridas actualmente por la escuela como parte de las escuelas y actividades extracurriculares, como consultas académicas y de investigación en línea, gestión de información a través del correo electrónico, trabajo digital y producción en Word, Excel, PowerPoint y Paint, entre otros programas.

Por ello, gracias al proyecto, se habilitará un aula digital para:

  1. Desarrollar las habilidades de gestión de TI de los niños beneficiarios del proyecto, en conexión con otras escuelas maristas, actualmente 130 niños.
  2. Formación gratuita de jóvenes de la comunidad a través de programas técnicos, tecnológicos y complementarios. Liderado por el SENA, institución pública del Servicio Nacional de Aprendizaje, con la que el proyecto ha formado una alianza para ofrecer tres cursos por año. Cada curso tiene una duración de tres meses y está dirigido a 20 participantes. 60 beneficiarios por año.
  3. Administrar una biblioteca digital para consultas en línea, abierta a toda la comunidad,

Por ello, para lograr estos objetivos, el proyecto contempla la compra de 10 computadoras como recurso tecnológico indispensable en este proceso de aprendizaje y desarrollo de los niños, jóvenes y la comunidad de “La Pista”, dentro de un espacio protector, saludable y seguro.

Los estudiantes se beneficiarán de un laboratorio de computación de varias maneras:

  • Acceso a recursos educativos: Un laboratorio de computación proporciona a los niños acceso a una gran cantidad de recursos educativos, como libros de texto en línea, sitios web educativos y plataformas de aprendizaje electrónico.
  • Alfabetización digital: en la era digital actual, tener habilidades informáticas es crucial para el éxito en diversos campos. Un laboratorio de computación brinda una oportunidad para que los niños aprendan y mejoren sus habilidades de alfabetización digital. Pueden aprender operaciones informáticas básicas, uso de Internet, habilidades de mecanografía y aplicaciones de software, que pueden ser valiosas para sus perspectivas académicas y futuras de carrera.
  • Investigación y recopilación de información: Internet es una vasta fuente de información, y un laboratorio de computación permite a los niños realizar investigaciones sobre diversos temas. Pueden aprender a buscar información confiable, evaluar fuentes y recopilar datos relevantes para sus proyectos y tareas. Esto cultiva su pensamiento crítico y habilidades de alfabetización informacional.

EL PROYECTO EN BREVE:

El proyecto busca responder a las necesidades básicas de aprendizaje, así como a la adquisición de competencias para el manejo de la tecnología de la información a través de la compra de 10 computadoras.

EL PROYECTO EN NÚMEROS:

  • 10 computadoras nuevas compradas
  • 1 aula digital equipada
  • 60 beneficiarios directos al año