En Sudáfrica, Marist Mercy Care atiende a más de 150 niños educándolos, alimentándolos y ayudándolos. Para Navidad donado mas de 650 regalos a todos los niños.

El Marist Mercy Care es un lugar de misericordia y esperanza donde un equipo de 7 educadores se encarga de más de 150 niños. A través de un programa educativo, el personal de Marist Mercy Care prepara a los niños para la escuela primaria. El centro ayuda a la comunidad intensificando sus esfuerzos tratando de aliviar el hambre y la malnutrición, alimentando a 100 niños y adultos semanalmente.

La misión de Marist Mercy Care, también es ayudar a aquellos que están increíblemente enfermos y muriendo al brindarles atención médica. Tres trabajadores de la salud en el centro, caminan por la ciudad todos los días brindando atención domiciliaria, asistiendo a pacientes con VIH / SIDA, tuberculosis, cáncer y otras enfermedades.

Un objetivo importante de Marist Mercy Care es capacitar a las mujeres locales en el asentamiento formal proporcionándoles las habilidades necesarias para coser y bordar. Raymond Nel (San Henry’s Alumnus) donó máquinas de coser, una Wendy House y financió la educación de las mujeres locales en la administración de empresas. Addo Township Designs proporciona uniformes escolares a las escuelas locales.

El centro ofrece cursos de aprendizaje para niños y adultos. Las lecciones de computación se enseñan en todo el valle, brindando a niños y adultos la oportunidad de aprender y comprender la importancia de las computadoras. Estas lecciones fueron desarrolladas por la Hermana Breda. En 2017, 295 estudiantes se inscribieron para tomar el curso de computación. 218 mujeres y 77 hombres. 124 personas vinieron de Addo y 171 de Kirkwood. De esos números, 113 habían completado el grado 11 y 117 habían llegado exitosamente al estudiante de primer año. Como resultado, 265 están empleados y tienen grandes esperanzas de hacerlo mucho mejor por sí mismos. Las edades oscilan entre 18 y 71 años.

Además, se lleva a cabo un campamento anual de verano en una de las ciudades más pobres del Cabo Oriental, conocido como Langbos, y existe desde hace más de diez años. Este año recibimos a más de cuatrocientos niños del asentamiento informal de Langbos y del acuerdo formal de Valencia.

Numerosos programas se han organizado para estos niños entre las edades de cuatro y quince durante la semana por los Maristas, superando todos los desafíos: sin agua, sin
electricidad, sin infraestructura formal, sin campo deportivo y equipo mínimo.

Un programa separado se ha unido al programa de campamento de verano para participantes mayores. Este programa consistió en orientación profesional, opciones de materias escolares, conciencia de la salud, informática y lecciones deportivas.

Dimos la bienvenida a más de 50 voluntarios, 30 de los cuales eran maristas de toda Sudáfrica. El último día distribuimos más de 650 regalos de Navidad a los niños del Acuerdo Formal de Valencia.

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