Madagascar tiene una población joven – algo más del 60% tiene menos de 25 años – y una tasa de natalidad considerable. La población es predominantemente pobre y está asentada en zonas rurales; la malnutrición crónica es frecuente y las familias numerosas son habituales. Estos factores se combinan para crear dificultades de acceso a los servicios básicos del país, como la educación y la sanidad. La región de Ihosy, con una población de algo menos de 40.000 habitantes, se ve afectada por graves y prolongados periodos de sequía: el acceso al agua potable se ha convertido en un lujo para la población local. Todos los días, muchos habitantes de la región tienen que caminar varios kilómetros para asegurar el suministro de agua para sus hogares. Ihosy se encuentra a 600 km al sur de la capital del País, Antananarivo. Es una zona mayoritariamente rural con una población ganadera. Se calcula que 1,35 millones de personas sufren inseguridad alimentaria y necesitan ayuda humanitaria urgente, según el CIA World Factbook. En las zonas rurales, sólo el 36,3% de la población tiene acceso a fuentes de agua potable, lo que agrava aún más la tasa de enfermedades transmitidas por el agua. El colegio Saint Chanel de Ihosy fue fundado por los Hermanos Maristas en 1986 a petición del obispo local. En la actualidad cuenta con una plantilla de 50 personas y tiene aproximadamente 1.200 alumnos, cuyo número aumenta constantemente, pero debido a las deficientes y ruinosas infraestructuras, la escuela se ve obligada a rechazar un número importante de matrículas cada año. La escasez de agua en la región también afecta a la escuela, poniendo en riesgo la salud de los niños. En la estación seca, cuando los embalses se vacían y el suministro de agua de la ciudad falla, el impacto en los estudiantes es devastador, ya que se ven obligados a valerse por sí mismos caminando varios kilómetros hasta un río todos los días antes de ir a la escuela para conseguir agua, que luego está contaminada. Por lo tanto, el riesgo de contraer enfermedades es muy alto. La mayoría de los estudiantes proceden de familias con bajos ingresos que no podrían pagar el tratamiento médico en caso de enfermedad.

OBJETIVO DEL PROYECTO

El proyecto comenzó con el objetivo de resolver el problema de la escasez de agua en el colegio Saint Chanel, un factor que afecta gravemente a la vida de los alumnos. El pozo garantizará un suministro continuo en beneficio de los alumnos, el personal de la escuela y la comunidad local. Se espera que un entorno más saludable para los niños que asisten a la escuela mejore sus condiciones de salud y, en consecuencia, una experiencia de aprendizaje más satisfactoria. El proyecto contribuye a sensibilizar a la comunidad local sobre la necesidad de una buena higiene personal y de agua potable a través de los niños que asisten a la escuela, que se sensibilizan y transmiten los conocimientos adquiridos al respecto a sus familias, amigos y allegados. Además, las familias de los niños se benefician porque, dado que los niños gozan de mejor salud, las familias gastarán menos dinero en atención sanitaria y, por tanto, podrán hacer frente a otros gastos necesarios para el bienestar de toda la familia.

EL PROYECTO EN BREVE:

El proyecto pretende resolver el problema del agua en la escuela Saint Chanel de Ihosy (Madagascar), donde la escasez de agua potable ha empezado a afectar a la vida de los niños de la escuela y de la comunidad local, mediante la construcción de un pozo para garantizar el suministro de agua.

EL PROYECTO EN NÚMEROS:

  • 1.200 beneficiarios directos 
  • 50 miembros del personal
  • 1 pozo construido