La comunidad en la que se encuentra la Escuela Infantil San Pablo se caracteriza por un alto porcentaje de personas en paro o que viven de trabajos esporádicos (venta de carbón vegetal, pesca artesanal, trabajos agrícolas), pobreza y analfabetismo generalizados, un elevado número de matrimonios y embarazos precoces, y una alta prevalencia del VIH que deja a muchos niños sin padres. Paul Mulungushi es el único centro preescolar de la zona, formada por 8 pueblos, algunos a 15 km de distancia de la escuela. Fundada en 2001 por las Hermanitas Siervas de María Inmaculada con el objetivo de ayudar a los niños huérfanos y vulnerables a través de la educación, la escuela cuenta ahora con 231 alumnos, niños y niñas, a los que ofrece apoyo educativo gratuito. Los profesores son voluntarios y la hermana Elizabeth, de las Pequeñas Siervas de María Inmaculada, es la directora de la escuela. Los niños huérfanos y vulnerables son remitidos por las propias comunidades a través de los líderes de las aldeas. Una vez identificados los niños, las Hermanas visitan las aldeas y las familias de los niños para verificar su estado y pedir a los familiares o tutores de los niños huérfanos que firmen un compromiso para que los niños puedan asistir a la Escuela Infantil San Pablo. Cada día la escuela tiene que hacer frente a la limitación de recursos, la falta de pupitres para todos y la falta de instalaciones de juego.

OBJETIVO DEL PROYECTO:

El objetivo del proyecto es mejorar las actividades educativas de la escuela infantil St. Paul mediante la compra de nuevos pupitres, pizarras y material de juego. Antes de la ejecución del proyecto, la escuela sólo tenía 68 pupitres y sillas para 231 alumnos y 163 niños se veían obligados a asistir a las clases sentados en el suelo. Sólo los niños que vivían más cerca de la escuela y llegaban antes podían sentarse en los pupitres, excluyendo así a los demás. Debido a la falta de pizarras, los profesores se veían obligados a tener a los niños hacinados en las dos únicas aulas que las tenían, lo que dificultaba mucho el seguimiento de las clases. Gracias a la compra de pupitres y pizarras, los alumnos de la escuela infantil de San Pablo pueden ahora asistir a clases divididas en varias aulas, respetando también el espacio antirreglamentario, y pueden jugar con el nuevo equipamiento. Esto mejorará su aprendizaje y experiencia de la escuela que les servirá para la vida y para entrar en la escuela primaria preparados al mismo nivel que los niños con mayores posibilidades económicas.

EL PROYECTO EN BREVE:

El proyecto apoyó la compra de equipos educativos y de juego para el jardín de infancia St. Paul Mulungushi, en el área de Kabwe, Zambia.

EL PROYECTO EN NÚMEROS:

  • 200 estudiantes
  • 50 miembros del personal
  • 231 niños y  niñas huérfanos y vulnerables

Objetivos de los ODS: 4, 2

Objetivos de Laudato si’: 2