La crisis entre Ucrania y Rusia, que lleva meses conmocionando al mundo, no estalló de repente, sino que se deriva de un conflicto abierto entre dos países que comenzó hace mucho tiempo.

Desde el inicio de los enfrentamientos, el conflicto ha provocado un deterioro de las condiciones de vida de las poblaciones implicadas, con un impacto dramático tanto en términos socioeconómicos como de seguridad, perturbando la vida de familias enteras con niños que se ven obligados a vivir en un estado de conflicto permanente que se traduce en la reducción del acceso a los servicios y la imposibilidad de acceder a una educación segura y de calidad.

Con la pandemia, la situación se ha agravado aún más, añadiendo más presión a la ya muy lastimada población. Hasta la fecha, más de 7,5 millones de niños en Ucrania están en grave peligro, desplazados dentro de su propio País o más allá de sus fronteras.

“Más de 14,5 millones de personas están huyendo, madres y niños. Los hospitales, las escuelas, los orfanatos y los hogares están siendo atacados. Al menos 257 niños han muerto y 394 han resultado heridos hasta el 22 de mayo, y la cifra real probablemente aumenta cada día. Más de 20,2 millones de personas necesitan ayuda humanitaria: 5,3 millones son niños menores de 18 años, 3 millones de ellos dentro del país devastado por la guerra. Más de 2 millones de mujeres y niños necesitan urgentemente asistencia nutricional que les salve la vida, 2,2 millones necesitan protección, incluidos los niños y los desplazados internos, y corren el riesgo de sufrir separación familiar, violencia de género y lesiones por armas y explosivos. Más de 3,3 millones de niños que necesitan educación, y el mismo número, necesita apoyo económico” (Fuente: UNICEF).

En un escenario dramático y extremadamente delicado como el que, a pesar de todo, estamos presenciando, hemos decidido prestar una ayuda concreta. En colaboración con la Cruz Roja Italiana y algunas parroquias de la ciudad de Roma, y gracias al apoyo de los simpatizantes de la FMSI y a la preciosa contribución del Ordinariato Militar, pudimos lanzar una campaña de recogida de artículos de primera necesidad. A principios de abril fue posible entregar a la Parroquia de San Hilario de Poitiers más de cinco quintales de productos de primera necesidad que se destinarán a los refugiados ucranianos en Roma. Recogimos 120 kg de alimentos, 230 kg de ropa, 50 kg de medicamentos, 15 cajas con artículos de higiene íntima, 5 kg de juguetes y accesorios para la primera infancia. Nuestros esfuerzos no se detienen: seguimos recibiendo y recogiendo productos de primera necesidad para seguir apoyando a la población ucraniana mediante intervenciones humanitarias esenciales para las familias y los niños afectados por el conflicto. Recogemos y distribuimos kits de higiene, alimentos y dinero para todos los necesitados.

Quienes deseen seguir apoyando nuestra causa, pueden ponerse en contacto con Francesco al +39 3385360289 o enviar un correo electrónico a fmastrorosa@fms.it.

Gracias a todos los que nos han ayudado y a los que lo harán.

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