Prevención de la propagación de Covid 19 y el abandono escolar tras el cierre en las comunidades de Balaka y Likuni, Malawi

La mayoría de las zonas rurales de Malawi no son fácilmente accesibles debido al mal estado de las carreteras. Esto, junto con el escaso acceso a los medios de comunicación, limita la posibilidad de recibir información útil para la gran mayoría de la población que, por tanto, sigue estando más expuesta a la infección por COVID-19.

Desde que comenzó el encierro, muchas mujeres y niñas han sufrido más violencia y abusos con graves consecuencias para sus vidas. Se calcula que sólo el número de casos denunciados ha aumentado un 150% con respecto al año anterior, mientras que los matrimonios precoces se han duplicado en muchas partes del país. Además, la situación ha empeorado drásticamente debido al cierre de escuelas y al aumento de la pobreza de las familias por la interrupción de las actividades económicas como consecuencia de la pandemia. Muchas niñas, por haber interrumpido sus estudios, fueron casadas a la fuerza como remedio a la pobreza familiar. Otros fueron maltratados a cambio de productos de primera necesidad para su supervivencia. Muchas otras se quedaron embarazadas sin una perspectiva para ellas y su hijo.

En cuanto a la educación, los programas de educación a distancia organizados por el gobierno sólo se dirigían a los estudiantes de la escuela formal, pero no a los que asistían a las escuelas para la recuperación de la escolaridad y los programas de educación informal. Muchos de los niños y jóvenes, que ni siquiera tenían equipos informáticos ni conexión a Internet, no podían acceder a las clases y corrían el riesgo de abandonar la escuela.

OBJETIVO DEL PROYECTO:

Con la financiación de Manos Unidas y a través de la Campaña Focsiv-Caritas, FMSI y los Hermanos Maristas de Malawi promovieron un programa dividido en varios aspectos:

Para informar adecuadamente a la población rural de Likuni y Balaka sobre Covid 19, el proyecto apoyó una campaña de información a través de diversos canales de comunicación, como la colocación de carteles, la organización de visitas itinerantes a las comunidades y las reuniones con los líderes comunitarios. La campaña garantizó que la información correcta sobre el Covid-19 llegara a la población local y la animó a tomar las medidas de prevención adecuadas.

Junto con la campaña contra el COVID-19, se llevaron a cabo actividades de concienciación contra la violencia de género, el matrimonio precoz y el abandono escolar en las comunidades mediante mensajes radiofónicos, la colocación de carteles en lugares estratégicos, reuniones con los líderes de la comunidad y las autoridades locales, y la formación de estudiantes para que conciencien a sus compañeros. Miembros de grupos locales de empoderamiento de la mujer – Clubes de Empoderamiento de las Niñas y Grupos de Madres – participaron como facilitadores. El proyecto también proporcionó 18 becas para niñas que habían abandonado la escuela, corrían el riesgo de contraer un matrimonio precoz y estaban embarazadas por necesidad. Para garantizar que los alumnos de las escuelas abiertas maristas informales de Likuni y Balaka pudieran continuar su educación y no abandonaran los estudios, el proyecto también financió un sistema de aprendizaje en línea y una biblioteca virtual mediante el uso de teléfonos móviles.