Nuestro 5×1000 para apoyar a las familias vulnerables de Alepo
En 2021, 328 de vosotros elegisteis donar el 5×1000 de vuestra declaración de la renta a nuestra Fundación. Como cada año, en FMSI hemos decidido apoyar a quienes sabemos que más ayuda y apoyo necesitan.
La población Siria sufre desde hace años las graves consecuencias de una guerra desgastante que la ha llevado, desde el punto de vista humanitario, al agotamiento de sus fuerzas; entre las repercusiones más graves está la continua depreciación de la moneda local que ha provocado una inflación creciente, agravando el ya elevado nivel de inseguridad alimentaria. Como resultado, más de 12 millones de personas, correspondientes a casi el 60% de la población total, sobreviven con la incertidumbre de poder disfrutar de una comida básica diaria. Hay millones de desplazados en Siria, y los que quedan, apenas tienen acceso a alimentos suficientes para escapar de la indigencia absoluta. Más de diez años después del comienzo del conflicto, la situación humanitaria de Siria ha alcanzado picos dramáticos: la guerra, los desplazamientos y un sistema económico frágil son la causa de la enorme pobreza que sufre el país. Para este pueblo, para estas familias, su regalo ha adquirido un valor inestimable.
De hecho, la recaudación de la donación 5×1000 nos permitió financiar paquetes de alimentos, cestas que fueron distribuidas en la ciudad de Alepo en diciembre de 2022 por los Maristas Azules, que optaron, a pesar de la guerra en curso, por permanecer y prestar asistencia a las miles de familias desplazadas, tanto a través de la distribución de paquetes de alimentos, productos de higiene y ropa, como apoyando la atención médica a los enfermos y heridos que no podrían ser atendidos de otro modo, dada la masificación de los hospitales. No queremos dejar de subrayar la importancia significativa, desde el punto de vista emocional, del momento de encuentro y diálogo que las personas pudieron intercambiar con los voluntarios durante la distribución, un gesto y una presencia capaces de reavivar en ellas la esperanza en la humanidad.
La entrega de alimentos ayudó a nada menos que 811 familias, tanto cristianas como musulmanas, en condiciones de extrema vulnerabilidad, llegando a un total de 3.025 personas, entre ellas muchos niños. Si esto ha sido posible, ha sido gracias a usted. Sólo nos queda decir: ¡trescientas veintiocho veces GRACIAS!
“¿Cuánto pesa una lágrima? Depende: la lágrima de un niño descarriado pesa menos que el viento, la de un niño hambriento pesa más que toda la tierra”. G. Rodari