En la división de Sylhet, al noreste de Bangladesh, los Hermanos Maristas de Bangladesh dirigen el Programa de Educación de Moulvibazar, un programa que pretende garantizar el acceso a una educación de calidad a los niños y jóvenes de los trabajadores de las plantaciones de té, que viven en condiciones de extrema vulnerabilidad.
Las plantaciones de té de Bangladesh no son sólo fuentes de empleo, sino también el hogar de comunidades a menudo marginadas y privadas de derechos básicos, entre ellos la educación.
Por esta razón, los Hermanos Maristas de Bangladesh, junto con FMSI y el Centro Católico Internacional de Ginebra (CCIG) han decidido sacar a la luz esta situación presentando un Examen Periódico Universal en el marco de las Naciones Unidas el pasado mes de abril. El informe se centra en la situación de los derechos humanos de los niños y las familias que viven en las plantaciones de té de Sylhet, abordando 4 áreas clave: trabajo infantil, castigos corporales, matrimonios precoces y acceso a una educación de calidad.
Tras presentar el informe, esta coalición de ONG colaboró activamente para supervisar el impacto de las recomendaciones presentadas a través del informe del EPU. Esto permitió a la FMSI y a los Hermanos Maristas de Bangladesh tomar la palabra durante la 55ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
En esta ocasión, la FMSI y los Hermanos Maristas de Bangladesh revisaron las recomendaciones aceptadas y tomaron nota de los temas que son prioritarios y los utilizaron como una oportunidad para reiterar las cuestiones y recomendaciones de su presentación al EPU.
Su intervención está disponible aquí: 43a Reunión – 55a Sesión Ordinaria del Consejo de Derechos Humanos | UN Web TV en el minuto 43:09.
Los esfuerzos de los Hermanos Maristas de Bangladesh ponen de relieve la importancia de abordar los derechos y las necesidades de las comunidades que viven en condiciones vulnerables, en particular las que viven en plantaciones de té en Sylhet, Bangladesh.
Mediante el informe del EPU a las Naciones Unidas y el seguimiento activo de sus recomendaciones, han dado pasos significativos para garantizar el acceso a una educación de calidad y sacar a la luz cuestiones como el trabajo infantil, los castigos corporales y los matrimonios precoces.
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