Potenciando las Voces de los Niños/as: Defensa Local y Participación en los Mecanismos de la ONU

En todo el mundo, los Hermanos Maristas acompañan a niños y niñas, chicos y chicas que viven en realidades vulnerables, frágiles o a menudo invisibles. Sin embargo, a pesar de esta profunda presencia en las comunidades locales, muchas obras Maristas todavía carecen de las herramientas necesarias para amplificar las voces de los niños y las niñas a quienes sirven, o para influir en las políticas públicas y en las estructuras que configuran sus vidas. 

Es a partir de esta convicción —y de un claro llamado que emerge del XXII y XXIII Capítulo General y de la Asamblea MIMA III— que se lanza una nueva y ambiciosa iniciativa a nivel de todo el Instituto: un programa de formación global para formar defensores y defensoras Maristas de los derechos del niño y de la niña, alineados con el sistema de las Naciones Unidas y profundamente conectados con la experiencia vivida de nuestros ministerios. 

En muchas partes del mundo Marista, los hermanos y las personas laicas sienten la necesidad de comprometerse de manera más eficaz con los estándares de los derechos del niño y de la niña, pero no siempre están familiarizados con herramientas como la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño o con mecanismos como el Examen Periódico Universal (EPU). Otras personas trabajan en contextos donde los gobiernos asumen compromisos en Ginebra, pero pocas personas sobre el terreno saben cómo supervisar si esas promesas se cumplen. Los niños y las niñas, los chicos y las chicas, especialmente quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, a menudo permanecen sin ser escuchados y escuchadas en procesos que afectan de manera fundamental a su futuro. 

Esta nueva iniciativa responde directamente a estas brechas, no simplemente como un curso de formación, sino como un proceso transformador diseñado para generar un efecto multiplicador en todas las Provincias Maristas. Al desarrollar capacidades locales de incidencia en cada unidad administrativa, el programa pretende influir progresivamente en las escuelas, las obras sociales, los procesos formativos, las oficinas de proyectos y las estructuras de liderazgo, garantizando que la defensa de los derechos del niño y de la niña se convierta en una parte integral y sostenible de la identidad Marista en todos los lugares donde estamos presentes. 

Las personas defensoras formadas no trabajarán de manera aislada: cada una regresará a su Provincia con un plan de acción concreto y con la responsabilidad de construir equipos locales, involucrar a niños y niñas, chicos y chicas, y acompañar procesos capaces de influir en las políticas públicas a nivel nacional e internacional. 

Esta iniciativa no parte de cero. Se apoya en un rico legado de trabajo que la FMSI y el propio Instituto de los Hermanos Maristas ya han desarrollado. En los últimos años, nuestro compromiso con el Examen Periódico Universal ha generado una gran riqueza de experiencias: historias desde el terreno, testimonios de niños y niñas, y recomendaciones concretas que han llegado a los espacios de debate en Ginebra. 

Gran parte de este camino ya se ha plasmado en las herramientas que hemos creado. 

Un mapa interactivo del EPU traza ahora todos los países en los que las comunidades Maristas han contribuido al EPU, mostrando cómo las voces provenientes de aulas, centros juveniles, proyectos con personas refugiadas y misiones remotas han convergido progresivamente en un esfuerzo global de incidencia. 

El cuadernillo sobre el EPU ofrece una guía completa del proceso del Examen Periódico Universal, detallando cómo las misiones Maristas pueden comprometerse con este poderoso mecanismo de las Naciones Unidas. Presenta pasos prácticos, ideas clave y buenas prácticas extraídas de más de 80 contribuciones al EPU, garantizando que cada voz —especialmente la de los niños y las niñas— pueda ser escuchada en el escenario global. 

En este sentido, aquí se presenta un ejemplo de nuestro trabajo en curso: cómo involucramos activamente a los niños y las niñas y garantizamos que sus experiencias dentro de las iniciativas Maristas locales sean escuchadas en una plataforma internacional, influyendo finalmente en las políticas nacionales. 

En el corazón de esta iniciativa se encuentra el EPU. El Examen Periódico Universal es uno de los instrumentos de derechos humanos más poderosos y accesibles disponibles para la sociedad civil, y la participación significativa de las ONG es crucial en cada etapa: desde las consultas de base con niños y niñas, pasando por la redacción de informes, las declaraciones orales en Ginebra, hasta el seguimiento de la implementación de las recomendaciones a nivel nacional. Este programa de formación fortalece ese legado al empoderar a las propias Provincias para liderar futuras contribuciones. 

Durante los próximos dos años, la iniciativa formará a hermanos Maristas y a personas laicas para que se conviertan en defensores y defensoras de los derechos del niño y de la niña. El itinerario formativo incluirá: 

  • Módulos en línea que introducen los mecanismos de la ONU, la CDN, el EPU y la participación infantil. 
  • Sesiones inmersivas en Roma y Ginebra, que incluyen observación de la ONU, encuentros con actores de derechos humanos y ejercicios de redacción. 
  • Planes de acción locales adaptados a cada Provincia, integrando la incidencia y la salvaguarda en los ministerios. 
  • Participación en el EPU, incluidos talleres con niños y niñas, chicos y chicas, para garantizar que sus voces den forma a las recomendaciones presentadas a la ONU. 
  • Acompañamiento continuo por parte de la Secretaría de Solidaridad y la FMSI, para apoyar la implementación y fomentar la replicabilidad en los equipos locales.

La iniciativa resuena profundamente con la misión más amplia de la Iglesia. En los últimos años, la Iglesia ha reafirmado que la protección de los menores no es una mera responsabilidad administrativa, sino una expresión central del propio Evangelio. La transparencia, la rendición de cuentas, la formación y la corresponsabilidad son esenciales para garantizar la dignidad y el bienestar de cada niño y cada niña. 

Este programa encarna exactamente eso: un compromiso impulsado por la fe para asegurar que cada niño y cada niña sea visto, protegido y escuchado. 

Más que una oportunidad formativa, esta iniciativa representa una elección estratégica para el futuro del Instituto. Busca construir una red global de voces Maristas capaces de defender a los niños y las niñas en múltiples niveles. Más allá de las personas participantes directas, el impacto alcanzará a miles de niños y niñas en escuelas Maristas, obras sociales y programas pastorales, garantizando que los enfoques basados en derechos se conviertan en una parte natural y visible de nuestra misión. 

En última instancia, esta iniciativa expresa una creencia simple pero poderosa: los niños y las niñas no son receptores pasivos de cuidado, sino titulares activos de derechos y agentes de cambio. 

Al invertir en este proceso global, el Instituto Marista afirma su responsabilidad de acompañarlos y acompañarlas no solo en el aula o en el patio de recreo, sino también en los espacios públicos donde se toman decisiones sobre sus vidas. 

Esto marca el inicio de un nuevo capítulo: uno en el que los Maristas se sitúan con mayor firmeza, mayor conciencia y mayor valentía junto a los niños y las niñas del mundo, garantizando que su dignidad sea defendida y que sus voces sean escuchadas.

 

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