La escuela primaria y secundaria Marista de Sabin-Akrofrom, en la región de Ashanti (Ghana), consta de 6 bloques (1 bloque para la Administración, 4 bloques de aulas, 1 bloque para salas de ordenadores y biblioteca), pero no tenía la infraestructura necesaria para la enseñanza de materias científicas. Esta configuración original era necesaria para cumplir con los requisitos iniciales y para que la escuela fuera operativa. En la zona geográfica donde se ubica el colegio Marista no existen otras instalaciones que proporcionen un espacio práctico para estudiar Ciencias. Por lo tanto, los estudiantes se ven privados de un elemento educativo esencial que es indispensable para su desarrollo sociocultural a corto/medio plazo.

La realización de este proyecto, además de satisfacer una necesidad educativa avanzada, también da una respuesta al mercado laboral, que requiere cada vez más experiencia en el campo científico. Los beneficiarios directos son 700 alumnos, de cuarto de primaria hasta el Bachillerato. Todas las instalaciones de la Escuela Marista son consideradas un centro educativo de gran eficacia para niños y niñas que viven en zonas remotas y rurales. El colegio, reconocido por el Ministerio de Educación, tiene una excelente reputación por los resultados didácticos que logran los estudiantes.