CAMINANDO JUNTOS

Es un placer, para FMSI, compartir el boletín de los Maristas Azules de Alepo. Los Maristas Azules son una asociación cristiana de Hermanos Maristas consagrados y laicos. La asociación trabaja en Alepo (Siria) desde 2012 y su lema es: “vivir en solidaridad con los más pobres y los desplazados para aliviar el sufrimiento, desarrollar lo humano y sembrar la esperanza”. Actualmente cuentan con 150 voluntarios que les ayudan a gestionar una quincena de programas de ayuda, educación y desarrollo para ayudar a los pobres y a las familias desplazadas a sobrevivir, y a apoyar a las familias cristianas para animarlas a quedarse en el País y no emigrar. Los Maristas Azules, junto con los representantes de la Iglesia Católica de Siria, participaron en la Conferencia de tres días “Iglesia: Casa de la Caridad, Sinodalidad y Coordinación” – celebrada en Damasco del 15 al 17 de marzo de 2022. Siria sufre una crisis económica y social permanente, agravada ahora por la guerra entre Rusia y Ucrania, que agrava la escasez de productos de primera necesidad. Sin embargo, los Maristas Azules de Alepo no han cesado sus iniciativas en favor de las personas vulnerables y FMSI apoya sus actividades desde hace años. A continuación encontrará el boletín de los Maristas Azules de Alepo.

4 de Abril de 2022.

Maristi Blu

“El Santo Padre nos invita a vivir un tiempo de sinodalidad a nivel de la Iglesia universal. Este término significa “caminar juntos”. Siguiendo esta invitación, los representantes de la Iglesia católica de Siria (tres Patriarcas, 17 obispos, los representantes de todas las Congregaciones religiosas y todas las asociaciones de caridad de Siria) se reunieron con el deseo de vivir una dimensión particular de este camino con el tema “La Iglesia, casa de la caridad, Sinodalidad y Coordinación”.

La Conferencia se celebró en Damasco del 15 al 17 de marzo de 2022, reuniendo a más de 200 participantes Sirios procedentes de todas las regiones del País y a 50 representantes de la Curia romana y de ROACO (las diferentes organizaciones internacionales católicas de ayuda a las Iglesias orientales). Cuatro Maristas Azules participaron en el encuentro.

En su discurso de apertura, el Cardenal Sandri, Prefecto del Dicasterio de las Iglesias Orientales, definió los objetivos: Pensar, reflexionar, compartir y coordinar, “para asumir también las cargas de los demás”. Nos transmitió un mensaje del Papa Francisco en el que el Santo Padre nos invita a ser, “con nuestras iniciativas, un signo tangible de la caridad de la Iglesia, alimentada por el Evangelio…”

En este momento de grave crisis económica en Siria, era importante reunirse, compartir y coordinar nuestras actividades actuales y, sobre todo, tratar de prever el futuro. Como si las secuelas de la guerra y las sanciones económicas occidentales no fueran suficientes para reducir a la población siria a la miseria y la precariedad, la guerra entre Rusia y Ucrania ha venido a agravar la escasez de productos esenciales y la crisis económica, y a multiplicar nuestras desgracias y nuestras preocupaciones cotidianas. De un día para otro, los precios suben de forma vertiginosa. Algunos ejemplos: como la electricidad está siempre racionada (sólo tenemos energía durante 2 horas al día), el abono semanal de 1 amperio de un generador privado para encender 2 bombillas y una mini nevera subió, en 15 días, de 12.000 libras sirias a 18.000 SP; esto significa 72.000 SP al mes, más de tres cuartas partes de un salario medio mensual. Resignadas y sin medios, muchas familias se ven obligadas a quedarse a oscuras tras la puesta de sol. Los precios de los alimentos se disparan. El precio del litro de aceite vegetal subió en una semana de 13.000 a 17.000 libras sirias. Vivimos tiempos difíciles. La luz no apunta al horizonte.

Como Maristas Azules, traducimos en nuestras actividades diarias el mensaje que el Santo Padre dirigió a los participantes en la Conferencia de Damasco, cuando recordó la imagen utilizada por San Pablo, en su carta a los Corintios, de los miembros de la Iglesia formando un solo cuerpo: “Entre los miembros de este cuerpo, hay escucha, intercambio de amor, apoyo recíproco y, sobre todo, conciencia del papel que cada uno está llamado a desempeñar”.

Seguimos con nuestro programa de distribución de una cesta mensual de alimentos a más de 850 familias de las más pobres. No podemos permitirnos dejar de hacerlo, dada la extrema pobreza que encontramos cada día.

El proyecto “Sharing Bread” sigue ofreciendo una comida caliente diaria a 210 personas mayores de 80 años que viven solas. Se trata de personas que a menudo viven en gran soledad y extrema pobreza. Vemos cuánto necesitan estas personas una presencia tierna y cariñosa; cuánto necesitan hablar y contarse. Por ello, y en el marco de la formación de todos nuestros voluntarios maristas y con motivo de la Cuaresma, les hemos ofrecido ir al encuentro de estos ancianos. De dos en dos, los visitaron para vivir un momento de escucha y de compartir. Muchos les pidieron que volvieran. Además de la comida caliente diaria, hemos optado por suscribir 1 amperio para todos los que están sin electricidad.

Los niños de los proyectos educativos “I want to learn” y “I Learn to grow” pudieron celebrar el Día de la Madre el 21 de marzo. Hacía dos años que no lo hacían a causa de la pandemia del Covid 19. Los proyectos “Women’s Development program” y “Cut and Sew” han completado sus sesiones de formación. Más de 60 mujeres se han beneficiado de ellas. Otras mujeres se beneficiarán de las próximas sesiones que comenzarán estos días.

El proyecto médico sigue aliviando a muchos pacientes. Se trata de uno de los proyectos más pesados que debemos llevar a cabo dado el coste desorbitado de los cuidados y los medicamentos actualmente en Siria. Cada vez descubrimos más violencia en nuestros niños y adolescentes. El proyecto de apoyo psicológico “Seeds” ofrece una respuesta educativa a esta explosión de violencia (verbal y gestual) en un apoyo, a menudo, personalizado.

Creemos profundamente que la mejor manera de ayudar a nuestros conciudadanos y a nuestros correligionarios a sobrevivir y a mirar el futuro con un poco de serenidad es permitirles tener un trabajo y un medio de subsistencia para que sean independientes de las ayudas de las ONG. Por eso continuamos con nuestro programa MIT (formación de adultos en diversos oficios y enseñanza de la gestión de sus proyectos). Nuestro programa de Microproyectos financia sus proyectos y los mantiene durante tres años. Y nuestro programa de Formación Profesional permite a otros adultos aprender un oficio en 2 años siendo aprendices de un profesional. En nuestros diversos proyectos, los Maristas Azules no hacemos ni limosna ni caridad. “Caminar juntos” en un proceso de solidaridad ha sido nuestro carisma desde el principio. Caminar juntos es también vivir con el otro que no comparte nuestras convicciones religiosas, de culto y culturales. Es tratar de resolver nuestras diferencias por medios pacíficos. Caminar juntos es una elección de estilo de vida.

Y como dice la canción de Jean Claude Giannada:

“It only takes a tear for the world to cry, a single song to make it dance, a hand in my hand to start the round and if there are two of us, why not thousands? Come, open your door, come out from the depths of you, come, what you carry can give joy… Come, continue the story of the book of Love, Come, this dark night can become day! » Les deseo una feliz y santa Pascua”.

 

Hermano Georges Sabé, Maristas Azules

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