Lavalla Village, un complejo de 17 edificios para estudiantes de secundaria en Camboya se incorporó el 21 de noviembre, a Lavalla School, un centro de educación primaria para estudiantes con discapacidades físicas, provenientes – en la mayoría de los casos – de las zonas rurales y excluidos de la educación.
“Si sus discapacidades no fueran tan obvias – miembros mutilados, ceguera, parálisis cerebral, quemaduras y cicatrices – podrías pensar que los niños con los que te encuentras no tienen ningún tipo de problema; dado que sonríen, son acogedores, felices y cariñosos; y gradecen de verdad que los estés visitando. Y el personal camboyano, es igual. Muchos de ellos también tienen discapacidades, pero se muestran tranquilos y optimistas”, mencionó el H. Peter Carroll, Superior de la provincia de Australia, que estuvo en la inauguración de Lavalla Village.
Este centro fue uno de los últimos principales proyectos del H. Terry Heinrich, muy querido y apoyado por muchos, fallecido el 20 noviembre de 2018. Lavalla Village consiste en un conjunto de edificios que proporcionan alojamiento, espacios de estudio, instalaciones de cocina y comedor para los estudiantes de secundaria que viajan desde lejos todos los días para asistir a las escuelas locales. La infraestructura proporciona mejores instalaciones y un cierto grado de independencia para los estudiantes más grandes”.
“Mi visita coincidió con la reunión final de la Junta de Marist Solidarity Cambodia de 2019 y tuve la oportunidad de expresar mi agradecimiento a los miembros por su generoso compromiso y contribución encomiable: a Brian Kinsella (Presidente), Tony Burrows (Director Ejecutivo) y Allen Sherry, la Hermana Regina Pellicore (Maryknoll), el Hermano Max Meier (MDA de Pailin), la Sra. Sophea Yi (empresaria) y el Sr. Chhom Sopagna (Gerente financiero).
“La reunión confirmó que el proyecto está en buenas manos, tanto a nivel de gestión como de gobierno “, afirmó el H. Carroll, y agregó a su vez, que no sería posible continuar este proyecto sin el apoyo de algunos benefactores muy generosos.
“Mis pocos días allí, los eventos a los que asistí y las personas que conocí fueron muy alentadores. Nuestros hermanos, Brian, Tony y Michael, aportan algo muy especial a la comunidad. Cada uno tiene sus propios dones especiales y cada uno de ellos contribuye de manera activa y generosa al proyecto. Estoy muy agradecido con ellos; como sé que todos lo estamos. Como dije en la apertura, Marcelino estaría orgulloso de este proyecto marista tan especial “. Agregó el provincial de Australia.