Programa de nutrición para familias en condición de vulnerabilidad en Venezuela

La profesión docente siempre ha sido considerada una de las más nobles e importantes de la sociedad, pues es responsable de la formación de las futuras generaciones. Sin embargo, en Venezuela, los profesores que prestan sus servicios en las escuelas maristas vinculadas a la AVEC (Asociación Venezolana de Educación Católica) se enfrentan a una situación cada vez más precaria y difícil. Según el acuerdo hecho con el gobierno, se prometieron salarios adecuados y beneficios de pensión, pero muchos de estos compromisos aún no se han cumplido. Este problema está teniendo un impacto devastador en los derechos fundamentales de las personas que trabajan en la educación y en la calidad de la educación de los niños y jóvenes venezolanos. La situación es especialmente crítica: las escuelas pueden pedir a los padres contribuciones mensuales para mantener al personal, pero debido a la difícil situación económica del país y a la falta de recursos, hay muchas familias que incluso han tomado la difícil decisión de dejar de enviar a sus hijos a la escuela, por considerar que la educación ofrecida ya no es suficiente y no merece la pena.

En este contexto, el acuerdo entre las escuelas maristas y el gobierno preveía el pago de salarios adecuados, contribuciones parafiscales legales y otros beneficios, incluidos subsidios y primas, así como indemnizaciones y pensiones garantizadas. En los últimos años, el gobierno ha reducido su compromiso y sólo paga los salarios y proporciona algunas prestaciones de forma arbitraria, a veces influido por intereses electorales. El resultado es un salario básico mensual de sólo 130 bolívares, equivalentes a unos 4.017 euros al cambio actual. Con las prestaciones no salariales, el salario mínimo de un profesor apenas alcanza algunos meses los 450 bolívares (unos 13,90 euros), lo que dificulta enormemente hacer frente a los gastos diarios.

El proyecto tiene como objetivo proporcionar alimentos durante un mes al personal de las 9 escuelas maristas que funcionan en convenio con el gobierno venezolano a través de la AVEC o directamente con el Ministerio del Poder Popular para la Educación. Esta iniciativa busca apoyar a las familias afectadas por la crisis económica, brindándoles apoyo alimentario durante el año escolar 2023-2024. El proyecto es sólo un paso en la dirección correcta, pero se necesitan esfuerzos continuos y coordinados para garantizar un futuro mejor para la educación en Venezuela. Sólo a través de la acción conjunta será posible proporcionar una educación de calidad y un futuro mejor para la juventud del país.