Haití se enfrenta desde hace tiempo a problemas de inseguridad alimentaria y malnutrición, y la situación en Jeremie, situada en el suroeste del País, no es una excepción. La situación nutricional en Haití, incluida Jeremie, se ha visto influida por diversos factores, como la pobreza, el acceso limitado a los recursos, las catástrofes naturales y la inestabilidad política. Esto provocó varios desafíos relacionados con la educación. Los alumnos y las alumnas tenían muchas dificultades para aprender y asistir a la escuela; aquellos y aquellas que asistían no querían quedarse en el aula. La mayoría de las familias no tenían medios para alimentar a sus hijos y hijas y preferían no enviarlos a la escuela para evitar complicaciones de salud.
Por este motivo, surgió la necesidad de implementar un programa de alimentación escolar en la Escuela Primaria École Mariste de Champagnat para todos los alumnos y las alumnas, 90 son niños y niñas Restavèk, es decir, niños y niñas que son enviados a vivir con familias más adineradas para trabajar como empleados domésticos a cambio de necesidades básicas como comida y alojamiento. Esta iniciativa proporciona una comida nutritiva a cada alumno y alumna durante la jornada escolar, de septiembre a junio, lo que repercute positivamente en su salud general, su crecimiento y su desarrollo cognitivo. Las comidas escolares proporcionadas a través del programa de alimentación están diseñadas para cumplir normas nutricionales específicas, garantizando que los estudiantes reciban una dieta equilibrada. Esto mejorará la asistencia, reducirá las tasas de abandono escolar, mejorará el rendimiento académico y aliviará el hambre entre los estudiantes.
No menos importante, este programa de alimentación aborda las necesidades nutricionales y tiene repercusiones sociales más amplias. Ayudará a reducir las desigualdades sociales al garantizar que los niños y las niñas provenientes de familias en condición de vulnerabilidad tengan acceso a una nutrición adecuada y a una educación de calidad. Además, puede aliviar la carga financiera de las familias, ya que el suministro de comidas reduce los gastos alimentarios del hogar.
PROYECTO EN NÚMEROS
150
Niños y niñas, entre ellos 90 niños y niñas de Restavèk, que recibirán una comida al día