Haití: una nación en crisis - Los niños y niñas se llevan la peor parte de la violencia y los desplazamientos
Puerto Príncipe, Julio de 2024 – Haití enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes.
Desde la escalada de violencia el 29 de febrero, bandas armadas han tomado el control de grandes extensiones del país, incluyendo porciones significativas de la capital, Puerto Príncipe. El resultado ha sido catastrófico: más de 600,000 personas están ahora desplazadas internamente, y los niños y niñas representan más de la mitad de este número.
La violencia ha provocado un aumento dramático en el número de niños y niñas desplazados – un aumento del 60% desde marzo, equivalente a un niño desplazado cada minuto. Este aumento destaca la necesidad desesperada de asistencia humanitaria, ya que estos niños y niñas están en mayor riesgo de violencia, agresión sexual, explotación y abuso. También enfrentan interrupciones en el acceso a servicios esenciales como atención médica, agua potable y educación.
Tras los recientes ataques, el gobierno Haitiano declaró el estado de emergencia e impuso un toque de queda para ayudar a las fuerzas de seguridad sobrecargadas a recuperar el control. A pesar de estas medidas, la situación sigue siendo volátil, con bandas responsables de miles de asesinatos y secuestros.
“Los niños y niñas de Haití continúan soportando el embate de múltiples peligros, incluyendo violencia horrífica y niveles críticos de desplazamiento (..).
La catástrofe humanitaria que se está desarrollando ante nuestros ojos está teniendo consecuencias devastadoras para la infancia.
Las niñas y niños desplazados necesitan desesperadamente un entorno seguro y protector, así como más apoyo y financiamiento de la comunidad internacional”.
Catherine Russell - Directora Ejecutiva de UNICEF
Con el 90% de la población viviendo en condición de pobreza, la reciente ola de violencia ha desestabilizado aún más a una Nación ya vulnerable. El asesinato del Presidente Jovenel Moïse el 7 de Julio de 2021 marcó el comienzo de una era de aumento del poder de las bandas. Hoy en día, estas bandas controlan hasta el 80% de Puerto Príncipe, contribuyendo a un ambiente de miedo e inseguridad.
El sistema de salud, ya bajo presión, enfrenta ahora desafíos adicionales a medida que la temporada de lluvias amenaza con exacerbar la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera. Se han reportado más de 84,000 casos sospechosos de cólera, y las condiciones deterioradas en los campamentos y asentamientos temporales aumentan el riesgo de nuevos brotes.
En respuesta a la crisis, varias organizaciones humanitarias y Congregaciones, incluyendo a los Hermanos Maristas, han iniciado intervenciones de emergencia. Sus esfuerzos se centran en proporcionar alivio inmediato a las familias más afectadas mediante la distribución de artículos esenciales como canastas de alimentos, agua potable y kits de higiene.
Estas intervenciones buscan apoyar la recuperación comunitaria y ayudar a las familias a retomar una vida normal en medio del caos. Las conversaciones con las poblaciones locales revelan dificultades extremas para obtener comidas adecuadas, con muchos niños y niñas y familias buscando asistencia diaria para necesidades básicas. A pesar de los esfuerzos previos, la gravedad de la situación requiere una intervención continua.
Esta es la razón por la cual FMSI y los Hermanos Maristas están implementando proyectos para proporcionar asistencia urgente a 1,300 beneficiarios. Esto incluye la distribución de suministros esenciales, la documentación del proceso de distribución y la garantía de una rendición de cuentas transparente sobre el uso de los fondos.
El objetivo principal es ofrecer ayuda inmediata mientras se fomenta la esperanza de mejores condiciones.
La difícil situación de los niños y niñas de Haití subraya la urgente necesidad de apoyo e intervención internacional. Los esfuerzos en curso de FMSI, los Hermanos Maristas y otras organizaciones que trabajan en la zona son cruciales para proporcionar alivio inmediato y recuperación a largo plazo para los en condición de mayor vulnerabilidad.
Sin embargo, el cambio sostenible requiere un esfuerzo concertado para abordar las causas fundamentales de la inestabilidad en Haití y para garantizar que los niños y niñas puedan crecer en un entorno seguro y acogedor. La comunidad internacional debe actuar con decisión para proporcionar los recursos y el apoyo necesarios para aliviar esta crisis humanitaria.
Los niños y niñas de Haití no pueden permitirse pagar con sus vidas y su futuro una crisis creada por los adultos.
cabildeo a Nivel Internacional
A la luz de la crisis en curso, el Instituto de los Hermanos Maristas insta a todos los actores influyentes en la sociedad Haitiana a salvaguardar a los estudiantes, educadores, padres e infraestructura educativa, en alineación con la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). Es imperativo preservar la educación en todas sus formas, asegurando que las escuelas sigan siendo entornos de crianza donde los estudiantes puedan prosperar. Los maestros, como figuras clave en el sistema educativo, deben ser protegidos por todas las partes.
FMSI, junto con el Secretariado de Solidaridad, reitera la urgencia de implementar medidas para proteger a los niños y niñas y sus derechos. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que aumente su apoyo y financiamiento para abordar las necesidades inmediatas de los niños y niñas desplazados e invierta en soluciones a largo plazo que promuevan la estabilidad y el desarrollo en Haití. Además, hay una necesidad apremiante de cabildeo a nivel internacional para movilizar recursos e influir en políticas que prioricen el bienestar y la protección de los niños y niñas Haitianos.
Al fortalecer las asociaciones con organizaciones internacionales y cabildear por la protección y los derechos de los niños y niñas en crisis, podemos trabajar hacia un futuro donde cada niño y niña en Haití tenga la oportunidad de vivir en seguridad, recibir una educación de calidad y crecer con esperanza de un mañana mejor.