FILIPINAS
Dar una nueva vida a los niños en conflicto con la ley
Filipinas es uno de los países con mayor número de niños sin escolarizar. Según las estadísticas, en la ciudad del proyecto, General Santos, 1.800 niños abandonan la escuela cada año antes de terminar la primaria. Hay varias causas, pero la principal es la pobreza. Aunque las escuelas estatales son prácticamente gratuitas, para muchas familias los ingresos apenas alcanzan para cubrir las necesidades básicas y no quedan recursos para la educación de los hijos. Muchas familias pobres prefieren que sus hijos, incluso los más jóvenes, encuentren trabajo, pero es precisamente la falta de educación lo que lo hace muy difícil, así como la futura integración en el mercado laboral. Fuera de la escuela y a menudo desatendidos por unos padres ocupados en cubrir las necesidades cotidianas, los niños caen cada vez más en una situación de marginación, vulnerabilidad y alto riesgo de abuso y explotación. En General Santos está aumentando el número de niños que mendigan, viven en la calle y se dedican a actividades ilícitas. Estos últimos, a menudo víctimas de la violencia doméstica, se inician en el consumo de drogas y alcohol y se ven abocados a unirse a bandas y a participar en robos y atracos.
Cuando el centro de Marcelino fue inaugurado en 1991 por los Hermanos Maristas de Filipinas para ayudar a los niños más vulnerables, y entre ellos a los que estaban en conflicto con la ley, todavía no se había aprobado la Ley de Justicia Juvenil y Bienestar (JJWA) y los menores infractores eran detenidos junto con los adultos, esperando meses a que se resolvieran sus casos incluso por delitos menores, sufriendo abusos y empeorando su situación. La Ley de Justicia Juvenil y Bienestar Social se promulgó precisamente para mantener a los niños en conflicto con la ley fuera de la cárcel y garantizar su protección, rehabilitación y reinserción en la sociedad.
A pesar de ello, el programa del Centro Marcelino sigue siendo el único de la ciudad de General Santos que atiende a los niños en conflicto con la ley y ofrece un camino completo de recuperación, con instalaciones residenciales, educativas y de formación profesional, acogiendo también a niños enviados desde otros municipios.
OBJETIVO DEL PROGRAMA:
El proyecto pretende ofrecer nuevas oportunidades de alojamiento alternativo a la prisión y de reinserción social a los menores en conflicto con la ley y en situación de riesgo.
Los beneficiarios del proyecto tienen entre 12 y 17 años de edad y proceden de la provincia de General Santos (urbana) y de Sarangani (rural) y son enviados al centro de Marcelino por el tribunal de menores o la asistencia social. Pertenecen a comunidades que tienen un acceso muy limitado a la educación y a las oportunidades de empleo y que tienen el mayor número de niños y jóvenes con problemas de delincuencia. Entre los beneficiarios del centro se encuentran también los menores que corren el riesgo de convertirse en delincuentes, como los niños de la calle y los de familias pobres y desestructuradas que han abandonado la escuela.
El proyecto comienza con la oferta de hospitalidad en las casas de familia del centro y la reinserción en la escuela. El camino hacia la recuperación pretende ser lo más abierto posible a la comunidad local para ayudar a eliminar el estigma, y por ello prevé que los menores reanuden o inicien su escolarización en las escuelas de la ciudad. Algunos alumnos a los que se les impide salir del Centro Marcelino por diversas razones (orden judicial de no salir, han recibido amenazas contra su vida y/o no están psicológicamente preparados para enfrentarse a la realidad escolar y a sus compañeros) pueden asistir a cursos dentro del centro, reconocidos por el sistema escolar formal. El objetivo es que todos completen el ciclo escolar.
A continuación, el proyecto ofrece a los niños diversos cursos de formación profesional en agricultura, panadería, mecánica, fontanería, carpintería, electricidad, soldadura, refrigeración y aire acondicionado, cocina/restauración, albañilería, reparación de motos e informática. En cooperación con la Autoridad de Educación Técnica y Desarrollo de Competencias (TESDA) del gobierno, los menores adquieren un Certificado Nacional para poder acceder al trabajo, y los mayores son colocados en prácticas en empresas locales afiliadas al centro, donde se les anima a aplicar sus habilidades y desarrollar su potencial, llegando incluso a ser contratados por las propias empresas. En otros casos, los menores son enviados a cursos en otros centros de formación profesional y, gracias a las becas, un grupo ya numeroso ha completado estudios universitarios.
Todos estos niños han prosperado a una nueva vida y ninguno de ellos ha cometido nuevos delitos.
De hecho, las actividades de sensibilización de la comunidad del proyecto se llevan a cabo con el testimonio de los propios niños, que con su ejemplo ofrecen un modelo a otros jóvenes para una vida no violenta y constructiva y una nueva forma de participar en la sociedad, relacionándose con los demás y consigo mismos.
El proyecto contribuye a combatir la violencia y la explotación sistémicas porque ofrece a los menores en conflicto con la ley y a los niños de la calle una vía alternativa de rehabilitación y reinserción al tomar conciencia de sus propios derechos y los de los demás. En el camino, también se les ofrece asistencia legal si es necesario: recientemente se ha firmado un acuerdo con una asociación local de abogados que les ofrece protección gratuita.
El personal del Centro Marcelino organiza numerosos cursos de formación para trabajadores sociales, educadores, agentes de la ley y funcionarios del gobierno para promover un cambio de mentalidad y garantizar a estos menores un espacio de escucha durante el proceso judicial
FMSI y Misean Cara apoyan este proyecto desde 2016.
En el verano de 2020, UNICEF visitó el proyecto y estrenó el documental.
Video: UNICEF Philippines
EL PROGRAMA EN BREVE:
La Scuola Saint Chanel di Ihosy, in Madagascar, affronta un grave problema di carenza d’acqua potabile, fenomeno che ha severe ripercussioni sulla vita dei bambini che frequentano la Scuola, sullo staff che vi opera e sulla comunità locale.
EL PROGRAMA EN NÚMEROS:
- 60 niños al año en la vía de la rehabilitación
Objetivos de Desarrollo Sostenible: 1,3,4,8,11
Objetivos de Laudato Sì: 2,7