Mi Voz, Mi Derecho: Escuchando a las niñas y los niños del mundo

El 20 de noviembre de 2025, la Familia Marista Global se reunió una vez más para celebrar el Día Mundial de la Infancia, unida por una convicción simple pero poderosa: cada día es el Día de la Infancia. En dos sesiones en línea —en inglés y en español, moderadas por el Hno. Niño Pizarro y el Hno. Diego Zawadzky— cientos de participantes de 60 países se unieron para escuchar, compartir y reafirmar una misión profundamente arraigada en la identidad Marista: estar al lado de las niñas y los niños, proteger su dignidad, defender sus derechos y creer en sus posibilidades. 

La celebración comenzó con las palabras del Hno. Peter Gerard Carroll, nuevo Superior General de los Hermanos Maristas, quien recordó que los niños y niñas no son solo la promesa del mañana, sino la responsabilidad de hoy. Invitó a los participantes a escuchar con atención las voces de los niños y niñas, porque sus voces nos enseñan, nos desafían y nos muestran el mundo tal como es. La protección, la participación y el empoderamiento de la infancia —especialmente de quienes viven en los márgenes— no son valores opcionales: son el corazón del modo Marista de ser. 

La Convención sobre los Derechos del Niño y Niña, y la Participación en el EPU

El evento continuó con una introducción a la Convención sobre los Derechos del Niño, recordando los cuatro principios orientadores y cómo estos dan forma a cada iniciativa educativa, pastoral y de solidaridad dentro del Instituto. Este año se puso especial énfasis en el Examen Periódico Universal (EPU), en el que FMSI y la Secretariado de Solidaridad – CMI trabajaron con más de mil niños y niñas en doce países para asegurar que sus voces influyeran en las recomendaciones sobre derechos humanos. Los testimonios recogidos durante el proceso del EPU, tal como destacaron el Hno. Nnodu Onwutalu, el Hno. Diego Zawadzky y Pamela Difino, mostraron cómo la participación de los niños y niñas transforma no solo los informes, sino también la comprensión adulta de lo que realmente significan protección y dignidad. 

Voces de niñas, niños y jóvenes 

En el centro de la celebración estuvieron las voces de los propios niños, niñas  y jóvenes. Llegaron testimonios grabados desde Líbano, Sudáfrica, Camboya, Madagascar, Islas Salomón, Colombia, Bolivia, México, Brasil, Honduras y Paraguay. Hablaron de esperanzas que resisten en medio del conflicto, el desplazamiento, la pobreza y la exclusión. Algunos expresaron la alegría de aprender en una escuela segura; otros hablaron de migración, inclusión de personas con discapacidad o del anhelo de oportunidades que sus comunidades aún no tienen. Sus palabras recordaron que los derechos no se cumplen solo con documentos, sino con compromiso cotidiano y acciones concretas que transforman vidas reales. 

Uno de los momentos más emotivos fueron los mensajes en vivo. Durante la sesión en inglés, Vennedich F. del Marcellin Center en Filipinas compartió un testimonio sincero sobre el impacto del acompañamiento y la educación en su vida, recordando que la incidencia es real cuando cambia el mañana de un niño. En la sesión en español, Yenneydi Gómez Castro, conectada desde Maicao (Colombia), donde es voluntaria con Corazón sin Fronteras, compartió cómo su trabajo con niños y niñas migrantes y Wayuu ha moldeado su comprensión de la solidaridad y la justicia. Poco después, Isabel González Montoya, de Costa Rica, habló abiertamente sobre la importancia de sentirse segura, respetada y empoderada, subrayando lo esencial que es que a los jóvenes se les dé un espacio para hablar y ser escuchados. 

Premios y reconocimientos 

La celebración continuó con los premios anuales establecidos por FMSI para destacar proyectos que encarnan el compromiso Marista con mujeres, niños y niñas: 

• El premio “Un Mundo Mejor para la Infancia” reconoció el proyecto “Reconstruyendo la esperanza: resiliencia y autonomía para niños afectados por el conflicto y el abuso en Kivu del Norte” en la República Democrática del Congo, realizado en un contexto marcado por la inestabilidad y el conflicto, pero lleno de coraje y fuerza comunitaria. 
• El premio “Margot També”, creado junto a los Maristas Azules de Alepo, reconoció el proyecto “Mujeres hilando sabiduría y tejiendo transformación”, una iniciativa notable de la Provincia Norandina que promueve los derechos de las mujeres y la igualdad de género. 

A través de los videos y mensajes compartidos durante el evento, estos premios mostraron cómo las comunidades Maristas continúan presentes allí donde los derechos están más en riesgo y donde la esperanza es más necesaria. 

Cada día es el Día de la Infancia

A medida que la ceremonia llegaba a su fin, Andrea Rossi, Director de FMSI, recordó a los participantes que la misión no termina cuando concluye un evento. “No dejaremos atrás a ningún niño”, afirmó, recordando que nadie es libre hasta que todos lo sean. El Hno. Jorge Gaio, Presidente de FMSI, también compartió palabras conmovedoras, señalando que las voces escuchadas a lo largo del día no son un añadido a nuestra misión: son la misión. Ambos llamaron a la comunidad marista global a seguir creando espacios donde los niños puedan participar plenamente e influir en las decisiones que dan forma a su presente y a su futuro.

Cada día es el Día de la Infancia. No como un eslogan, sino como un compromiso vivido en las aulas, en los centros comunitarios, en los campos de refugiados, en el trabajo pastoral, en los espacios de incidencia y en todo lugar donde los Maristas acompañan a la infancia. Los jóvenes que hablaron hoy no están esperando al mañana; ya están marcando el camino, invitándonos a seguirlos con valentía, ternura y esperanza.